Joaquim María Machado de Assis (1839-1998) hace que la ironía sea el sostén de lo que escribe. Bajo la influencia de Laurence Sterne, escribe "Memorias póstumas de Blas Cubas", libro con el que, dicen, da inicio al realismo en la literatura brasileña.
Una visión pesimista y una descripción algo decadente del blanco portugués-brasileño, se desliza en la novela. A veces, es invadido por el nihilismo pero, siempre, sosteniendo una notable claridad de pensamiento. Blas Cubas está muerto y narra sus memorias desde las muerte, así puede decir: "(...) al llegar a este otro lado del misterio, me vi con un pequeño saldo, que es la última negación de este capítulo de negaciones: no tuve hijos, no transmití a nadie el legado de nuestra miseria".
A pesar de la constante presencia de lo patológico, el libro está lleno de comicidad y trabajado para convertirse en un divertimento para el lector. Por detrás, subyace un profundo análisis del ser humano y de la sociedad brasileña de fines del siglo XIX. "Memorias póstumas de Blas Cubas" es considerado un libro realista y, en gran parte, lo es. Pero su idea, su concreción, su contenido, va mucho más allá del mero realismo. Con este libro, Machado de Assis, uno de los más relevantes escritores brasileños, consigue una joya para engarzar en el collar de obras maestras de la literatura latinoamericana.