Carpentier (1904-1980) es cubano, hijo de padre francés y madre rusa, es uno de los fundadores de la más importante literatura latinoamericana. Su realismo mágico se desarrolla en plenitud en varias de sus novelas, El reino de este mundo; Los pasos perdidos y el Siglo de las luces, en especial. Es curioso que su lenguaje barroco, por momentos en exceso, describa con tanta minuciosidad la perspectiva revolucionaria negra siendo que sus antepasados pertenecen a razas absolutamente opuestas. Sin embargo, es en esta oposición de razas en donde puede comprenderse la atracción, casi fascinación, que Carpentier siente por la cultura negra. Hay en él una evidente búsqueda de lo distinto, de aquello que escapa a lo común. Para escribir una novela histórica, Carpentier no lo hace del modo tradicional ni siquiera se limita al empleo de su lenguaje realista-mágico, sino que incorpora un bagaje esotérico que enriquece los aspectos curiosos pero que no son más que digresiones evitables.
Carpentier es, sin duda, un escritor famoso e importante, pero no deja de ser uno de esos escritores en los que las palabras superan la acción. Es decir, demasiadas palabras, demasiado engorro en formar los párrafos. Una mezcla que algo debe tener que ver con sus orígenes, el medio afro-cubano en el que vivió y la revolución cubana. Es decir, se trata de un buen escritor pero no deja de parecer excesivo y hasta aburrido el modo de contar lo que es bastante habitual en la literatura mágica latinoamericana.